El comercio móvil crece muy por encima del comercio electrónico tradicional
Pese a que el m-commerce es la forma de compra online con más crecimiento del momento, en España aún le queda bastante para adecuarse a los avances necesarios. Según datos de Ditrendia, solo el 42% de las tiendas electrónicas del país están 100% adaptadas a su uso en terminales móviles.
El comercio móvil gana cada vez más adeptos, por cuanto permite al usuario realizar sus pedidos desde cualquier lugar a través de su tablet o smartphone. Para que este canal de venta online funcione de forma óptima, debe permitir a los consumidores realizar las compras a través de las aplicaciones móviles de la tienda online, o entrar en el site con el terminal y comprar directamente. Para Xopie, esto es lo que hace que sea tan necesario la adaptación de las tiendas electrónicas a los dispositivos móviles actuales, pero, como revela un informe elaborado por Ditrendia, es un aspecto que las tiendas online españolas debe mejorar, ya que solo el 42% están cien por cien adaptadas a su uso en terminales móviles.
Según los datos de este estudio, que data del año 2015, el 58% de los usuarios de smartphones en España han comprado a través de estos dispositivos. El perfil del usuario e-commerce se basa, sobre todo, en hombres de entre 25 y 34 años de edad, un tipo de compradores que abogan por investigar antes de realizar la compra y suelen consultar opiniones de los productos.
En la actualidad son muchas las novedades que se van imponiendo para sacar el máximo provecho a las ventas a través de smartphones. A este respecto, Xopie señala que las aplicaciones móviles de los comercios electrónicos deben de apostar por la personalización, garantizando una interfaz cómoda, rápida y sencilla para generar ventas. No se deben perder de vista los phablets, unos dispositivos a medio camino entre los tablets convencionales y los smartphones; los beacons, que se conectan a través de bluetooth, y permiten que los usuarios reciban información mucho más personalizada y en tiempo real; y los wearables y el Internet de las cosas, dispositivos que ya conviven de forma activa con muchos usuarios.