La primera impresión es la que queda
Tener tanta información y tan cercana en internet es muy útil, nos facilita mucho la vida, pero también hace que muchas veces seamos muy arriesgados y creamos poseer un conocimiento que realmente no tenemos.
En estos momentos en los que debido a la necesidad de buscar nuevas ocupaciones, se opta por emprender, por montar nuestro propio negocio,en algunos casos se asume que decidir una marca, registrar un dominio, diseñar una imagen corporativa, montar una web, crear perfiles en distintas redes sociales, etc, son cuestiones menores para las que no es necesario contar con ningún asesoramiento externo no invertir en este aspecto. Se sigue viendo estos asuntos como intangibles que pueden ser asumidos internamente y se desvia la inversión hacia la parte tangible.
Desde fuera todo se vé fácil, y muchas veces las prisas, la necesidad de empezar un nuevo proyecto hace que no midamos bien y esto hace que el resultado final no sea el apetecible.
Nada mas lejos de la realidad, hoy en día en un mercado tan abierto y trasparente como es el actual, totalmente globalizado y que estamos a la vista de todo el mundo, cada vez toma mas relevancia estos aspectos, cuestión que se agrava porque se piensa que si no está correcto del todo ya se modificarán en el futuro. No hay que se muy experto en Comunicación para saber que el prestigio y la reputación en el mundo digital hay que ganarlo a base de tiempo, paciencia, muchas horas, y bien hacer y un fallo de calculo a la hora de elegir un dominio equivocado, tener que rehacer la web, o no mantener correctamente nuestros perfiles en redes sociales, nos pueden hacer perder un tiempo precioso.
Desde fuera todo se vñe fácil y muchas veces las prisas, la necesidad de empezar un nuevo proyecto hace que no midadmos bien y esto nos puede hacer llegar a un resultado distinto al esperado.
Esto puede llevar o influir en el fracaso del proyecto empresarial, hay que ser muy cautos ya que no vamos a tener muchas oportunidades y ni el empresario ni el global de la sociedad española puede permitirse fracasar.
Desde aquí quiero hacer refelxionar sobre la necesidad de construir el proyecto empresarial sobre unas bases sólidad, evidentemente primero económicas y por supuesto que sea fuerte a nivel de imagen, es lo primero que van a ver de nosotros y como dice el dicho.
«La primera impresión es la que queda»